Los 15 pueblos más bonitos de Japón

Cuando se empieza a planear un viaje a Japón, los primeros destinos que se incluyen en los itinerarios normalmente son grandes ciudades (Tokyo, Kyoto, Osaka…), sin embargo, esa es una parte pequeña de Japón. Más allá de sus urbes principales hay por descubrir un país con un tejido rural impresionante, lleno de historia, tradiciones y paisajes que parecen sacados de una estampa clásica. En estos pueblos parece que el tiempo se detiene, las calles conservan el aroma del pasado y la hospitalidad japonesa está al alcance de tu mano.

Si buscas incluir en tu viaje a Japón destinos menos conocidos, te animamos a descubrir sus pueblos y aldeas. En este artículo hemos seleccionado 15 pueblos que seguro están entre los más bonitos de Japón, desde aldeas pesqueras sobre el mar hasta villas termales en medio de las montañas distribuidos por todo el archipiélago.

1. Ine (prefectura de Kyoto)

Ubicado en la costa del Mar de Japón, Ine es un pequeño pueblo pesquero famoso por sus funaya, casas tradicionales construidas directamente sobre el agua. ¡Es muy característico! Estas viviendas, únicas en el país, combinan almacén y hogar: en la planta baja se guardan los barcos y en la superior viven las familias. ¿Lo mejor? ¡Puedes alojarte en una! El amanecer sobre las casas flotantes es una de las vistas más bellas de todo Japón.

2. Tsumago (prefectura de Nagano)

Tsumago es un antiguo pueblo de posta de la ruta Nakasendo, una de las “carreteras”más importantes durante el periodo de Edo, ya que unía Kyoto, que era la capital del país y la residencia del emperador, y Edo (actual Tokyo) durante el periodo Edo. Es uno de los pueblos mejor conservados del país, donde no se permite el paso de coches en la calle principal, ni carteles comerciales modernos e incluso los postes eléctricos están ocultos para mantener su atmósfera histórica.

Sus casas de madera, posadas tradicionales y tiendas de artesanía sumergen al viajero en el Japón del siglo XVII. Si te gusta caminar, no dejes de hacer la ruta de 8 km que une Tsumago con Magome, un sendero por el rural japonés en el que atravesarás campos de arroz, bosques, zonas de cascadas, santuarios y mucho más. Es genial para emular como a los viajeros y comerciantes de hace cuatro siglos.

3. Magome (prefectura de Gifu)

Magome y Tsumago suelen ir en pack dada su cercanía. Situado en una ladera, ofrece vistas panorámicas del valle de Kiso y recorrer sus calles ofrece una experiencia encantadora de ir descubriendo casas antiguas, molinos de agua y puestos que venden miso, castañas, gohei mochi y otros productos locales y de temporada.

 4. Kurashiki (prefectura de Okayama)

Kurashiki es un tesoro muy especial por descubrir, siendo especialmente característico su distrito histórico Bikan que destaca por los canales bordeados de sauces y los antiguos almacenes blancos (kura). En primavera, las flores de cerezo reflejadas en el agua crean una estampa preciosa.

Este pueblo prosperó durante el periodo Edo como centro de comercio y almacenamiento de arroz. Hoy alberga museos, galerías de arte, cafeterías y boutiques con productos hechos a mano (siendo muy famosos sus pantalones vaqueros). Puedes visitarlo como excursión de un día desde Kyoto, Osaka o Hiroshima.

5. Ouchi-juku (prefectura de Fukushima)

Ouchi-juku es también un antiguo pueblo de posta, en este caso de la ruta Aizu-Nishi. Lo más particular son sus calles principales que mantienen el ambiente de antaño con sus casas con techos de paja, alineadas a ambos lados de una calle sin cables eléctricos ni edificios modernos. Además de pasear por ellas, puedes subir hasta el santuario que se encuentra en la colina cercana para disfrutar de una vista panorámica.

En invierno, Ouchi-juku se cubre de nieve y parece un grabado tradicional japonés.Es famoso por su plato local, fideos soba servido con cebolleta, que se usa en lugar de palillos para comer los fideos. ¿Te animarías a intentarlo?

6. Narai-juku (prefectura de Nagano)

Conocida tiempo atrás como la “ciudad de las mil casas”, Narai-juku fue una de las postas más ricas de la ruta Nakasendo. Su larga calle principal está bordeada por edificaciones de madera perfectamente conservadas que hoy acogen tiendas de lacado y otras artesanías, restaurantes y ryokan centenarios. ¡Te recomendamos mucho pasar una noche aquí para vivir la experiencia completa y probar los platos típicos de la zona!

Debido a que se tarda un poco más en llegar hasta Narai, es menos turística que Magome o Tsumago, lo que permite disfrutar de una experiencia más auténtica y tranquila.

7. Gujo Hachiman (prefectura de Gifu)

Al igual que le pasa a Kurashiki, tiene el apodo de la “Venecia de Japón” y como podrás imaginar Gujo Hachiman está atravesado por canales y riachuelos con agua tan limpia que los habitantes la usan para beber.

El pueblo es famoso por su festival Gujo Odori, una danza popular que se celebra durante más de 30 noches en verano. Además, puedes visitar talleres donde se fabrican las réplicas de comida de plástico que decoran los menús japoneses (algo muy japonés). El castillo de Gujo, en lo alto de la colina, ofrece vistas espectaculares del valle.

8. Shirakawa-go (prefectura de Gifu)

Shirakaga-go es una aldea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y quizá sea el pueblo tradicional más famoso de Japón. Sus casas de estilo gassho-zukuri, con techos de paja empinados para soportar la nieve, construidos sin clavos, son muy particulares. Puedes alojarte en una de ellas, muchas siguen habitadas por familias locales.

Este lugar es perfecto para observar el paso de las estaciones porque el pueblo cambia muchísimo en cada temporada: en invierno, se cubre de nieve y las casas se iluminan al atardecer. En verano, los arrozales verdes enmarcan el paisaje, por ejemplo.

9. Kurokawa Onsen (prefectura de Kumamoto)

En plena naturaleza en la isla de Kyushu, Kurokawa Onsen es un pueblo termal que conserva la estética rústica del Japón antiguo. Las calles están llenas de ryokan (frecuentados principalmente por japoneses), faroles de piedra y puentes sobre el río Tanoharu. El pueblo tiene un sistema llamado Onsen Hopping Pass: con un pase especial puedes visitar tres baños distintos y disfrutar de onsen al aire libre rodeados de bosque. ¡Super recomendado!

10. Uchiko (prefectura de Ehime, Shikoku)

Uchiko prosperó en el siglo XIX gracias a la producción de cera vegetal y papel washi. Su barrio histórico, Yokaichi-Gokoku, conserva decenas de antiguas casasde comerciantes y algunas de ellas pueden visitarse. Otro de sus principales atractivos es el teatro Uchiko-za, construido en 1916 y aún en uso, y el museo local de la cera.

11. Kotohira (prefectura de Kagawa)

Kotohira es famoso por el santuario Kompira-san, dedicado a los marineros y a la seguridad en el mar. La subida de 1.368 escalones hasta el templo principal es un pequeño desafío que recompensa con una vista impresionante del valle y solo quienes llegar arriba pueden comprar un amuleto que promete la felicidad.

El pueblo tiene un ambiente animado con tiendas de recuerdos, talleres para hacer fideos udon artesanales (especialidad local) y hospedajes tradicionales. En los alrededores puedes visitar el teatro kabuki Kanamaru-za, el más antiguo de Japón, construido en 1835 (¡visita obligatoria!).

12. Yufuin (prefectura de Oita)

Yufuin es uno de los pueblos onsen más elegantes y artísticos de Japón. Sus calles están llenas de museos, boutiques y cafeterías con encanto, todo rodeado de arrozales y del monte Yufu, un volcán que domina el paisaje. El lago Kinrin, especialmente al amanecer, ofrece una imagen de ensueño con niebla sobre el agua.

13. Ginzan Onsen (prefectura de Yamagata)

Ginzan Onsen es un pueblo termal histórico que floreció en la era Taisho (principios del siglo XX) debido a la explotación de minas de plata en sus cercanías. Sus edificios de madera, balcones con faroles y un río central lo convierten en uno de los lugares más fotogénicos del país y bien merece pasar unas horas en el tren para llegar hasta allí. Puedes probar baños públicos o alojarte en uno de sus ryokan con más de un siglo de historia.

14. Usuki (prefectura de Oita)

Usuki combina historia, espiritualidad y arquitectura samurái. Es conocido por sus esculturas de buda de piedra tallados en roca (Usuki Sekibutsu) del siglo XII, declarados Tesoro Nacional. El centro histórico conserva calles empedradas, casas samurái muy bien conservadas y templos tradicionales.

15. Okawachiyama (prefectura de Saga)

Apodado “el pueblo de los hornos secretos”, Okawachiyama fue durante siglos el centro de producción de la porcelana Nabeshima, reservada para el clan feudal y la corte imperial. El pueblo se encuentra rodeado de montañas, su entorno es espectacular y llama la atención en combinación con las chimeneas de los antiguos hornos. Un destino obligatorio para quienes aman la cerámica y quieren ampliar sus conocimientos en un lugar muy particular. La mayoría de los talleres están abiertos al público.

¡Esperamos haberte animado a explorar algunos de los pueblos más bonitos de Japón!

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